El Proyecto Pintia nació en 1999 gracias a un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología en el que colaboraron numerosas empresas y entidades públicas y privadas para crear infraestructuras e investigar y difundir los conocimientos generados a partir de este oppidum vacceo. Algunas de estas empresas, como el Grupo Tempos Vega-Sicilia, siguen colaborando con el proyecto más de veinte años después y se han incorporado al Patronato del CEVFW.
Así, a lo largo de cuarenta años y especialmente en los últimos veinte, el P.I. del Proyecto Pintia y su equipo han construido y mejorado un centro de trabajo cercano al yacimiento arqueológico, situado en Padilla de Duero / Peñafiel (Valladolid). Este centro reúne las condiciones necesarias para una práctica digna de la Arqueología, así como para garantizar la conservación de los materiales exhumados. Además de arqueólogos, el CEVFW cuenta con profesores de Anatomía Humana y Animal Comparada, Física de la Materia Condensada, Educación, Informática y Arquitectura, dentro de una perspectiva interdisciplinar siempre necesaria para los estudios arqueológicos.
En una lábil historiografía vaccea, la Zona Arqueológica de Pintia se ha convertido en el lugar más conocido del extenso territorio vacceo gracias a nuestras investigaciones. En particular, se ha aportado amplia información sobre su cementerio crematorio (el único conocido y publicado), o sobre la arquitectura de madera y barro tan característica de su área de hábitat, sobre los complejos sistemas defensivos de la ciudad (propios de un poliorketikos mediterráneo hasta ahora indocumentado en la Península Ibérica), o su barrio alfarero (con la documentación del mayor y mejor conservado horno de este tipo de toda Europa).
Los estudios sectoriales nos han permitido profundizar en la idiosincrasia de este pueblo prerromano, refiriéndonos a sus armas (puñales de Monte Bernorio, puñales de filos curvos), ornamentos como las fíbulas (la mejor colección de toda la Península Ibérica después de Numancia, con casi cuatrocientas piezas, que actualmente es objeto de una tesis doctoral en avanzado estado de desarrollo), producciones excisas únicas, orfebrería con réplicas cerámicas, algunas cerámicas torneadas negras bruñidas, etc.
Por último, pero no por ello menos importante, se han dedicado esfuerzos específicos a la mejora de la conservación del yacimiento arqueológico y a su valorización y apreciación públicas. En este sentido, hemos rehabilitado el paisaje de la necrópolis de Las Ruedas con una serie de hitos para su visita y puesto en marcha toda una batería de acciones (por ejemplo, programas educativos, ciclos de conferencias, jornadas de puertas abiertas, sede itinerante del FICAB, participación en las Jornadas Europeas Europea de Arqueología del INRAP, exposiciones de arqueología, visitas guiadas, creación de la editorial Vaccea, etc.) que al final creemos que han dado su resultado en una posición activa de los ciudadanos en el disfrute y defensa de su patrimonio histórico-cultural.