El complejo arqueológico de La Garma, descubierto en 1995, alberga un yacimiento único en el mundo, la Galería Inferior, junto con una de las secuencias culturales más amplias y completas de la prehistoria europea. Incluye, además, un gran conjunto de arte rupestre, incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, y una de las colecciones de arte mobiliar paleolítico más relevantes del mundo. Pero lo realmente excepcional de La Garma es que nos permite adentrarnos en un terreno normalmente vedado a la investigación arqueológica: la extraordinaria conservación de suelos y estructuras del Paleolítico superior en la Galería Inferior ofrece posibilidades inéditas para el estudio de las viviendas y los espacios rituales de los cazadores del último período glacial.
Periodo
La Garma alberga una de las secuencias más completas de la Prehistoria mundial, con testimonios de todos los períodos, desde el Paleolítico inferior hasta la Edad del Hierro, e incluso de la Edad Media. No obstante, destacan las ocupaciones del Magdaleniense medio (16.500 años), un conjunto de suelos de ocupación y construcciones único en el mundo.
Institución
Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC) (Universidad de Cantabria-Gobierno de Cantabria-Santander)
Web y redes sociales
Ubicación
INVESTIGADORES PRINCIPALES
Pablo Arias Cabal
Pablo Arias Cabal (Oviedo, 1961) se formó en las Universidades de Oviedo y Cantabria. En esta última obtuvo en 1984 la Licenciatura en Filosofía y Letras, con Premio Extraordinario, y, en 1989, el Doctorado con una tesis acerca de la neolitización del norte de la Península Ibérica. En la actualidad es Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria, en la que ha ocupado, además, diversos cargos académicos, entre los que destacan los de director del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (2005-2009), vocal del Consejo Social (1986-1990) y Vicedecano de la Facultad de Filosofía y Letras (1993-1996).
Su actividad investigadora se ha centrado en el estudio de las sociedades de cazadores-recolectores avanzados y su transición a las primeras sociedades campesinas, en particular en la fachada atlántica europea y en Sudamérica. Ha dirigido numerosos programas de investigación arqueológica, entre las que destacan las excavaciones de los sitios mesolíticos de Los Canes, Arangas y El Alloru, en Asturias, de los concheros de Poças de São Bento, Cabeço das Amoreiras, Arapouco, Cabeço do Pez y Barrosinha, en Portugal, del cementerio mesolítico de Hoëdic, en Francia, y de los abrigos de Arroyo Corral I y Arroyo Corral II, en la Patagonia argentina. No obstante, su aportación más relevante ha sido la dirección, desde su inicio en 1996, del gran proyecto de investigación interdisciplinar que se lleva a cabo en la Zona Arqueológica de La Garma (Cantabria).
Como director del proyecto de La Garma, recibió en 1996 el Premio “Sobresaliente del año”, y en 1998 el premio “Cantabria Nuestra”, otorgado por la asociación de ese nombre en reconocimiento por la labor en la investigación y difusión del Patrimonio.
Roberto Ontañón Peredo
Roberto Ontañón Peredo (Santander, 1965). Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Cantabria (UC)(2000). Entre 1989 y 1991 trabajó como investigador en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática / Centro Nacional de Investigaciones Arqueológicas Subacuáticas. Cursó estudios postdoctorales en París (Universités Paris Ouest – Panthéon-Sorbonne – CNRS) (2001-2003) gracias a una beca del programa MECD/Fullbright. Se reincorporó al sistema español de ciencia como investigador contratado en la UC dentro del Programa Ramón y Cajal (2003-2005). Es personal de plantilla y ha sido subdirector del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (UC – Gobierno de Cantabria – Santander). Desde 2005 ocupa distintos puestos técnicos en la administración autonómica de Cantabria: entre 2006 y 2013, jefe de la Sección de Arqueología, desde 2010, director de Cuevas Prehistóricas y desde 2013, director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria. Colabora con el Ministerio de Cultura de Francia en organismos como la Comission nationale du patrimoine et de l’architecture o el Consejo científico de la cueva de Lascaux. Es también asesor de UNESCO en materia de arte rupestre. Su dedicación investigadora se centra en la arqueología prehistórica y el arte rupestre paleolítico y postpaleolítico. Desde 1995 co-dirige el proyecto de investigación en la zona arqueológica de La Garma. Es autor y editor de más de 250 trabajos científicos y de divulgación. Ha sido también comisario de varias exposiciones entre las que destaca la muestra “Picasso ibero”, organizada por el Centro Botín en colaboración con el Musée National Picasso-Paris.
RESULTADOS
El resultado más sobresaliente del proyecto es, obviamente, el hallazgo y la documentación inicial de los suelos magdalenienses de la Galería Inferior, uno de los grandes descubrimientos del Paleolítico en la segunda mitad del siglo XX.
La identificación de nueve cabañas magdalenienses, algo insólito en un medio subterráneo. Fueron construidas a partir de una base de piedras y bloques estalagmíticos que sujetaban una estructura de materiales ligeros (palos y pieles) que se fijaba también al techo de la cueva. Recientemente se ha podido demostrar que una de ellas (IV-B) incluía una piel de león de las cavernas.
Es también muy relevante la constatación de que, además de un campamento, había áreas dedicadas al ritual. Es el caso de las Zonas III y IV, situadas en el interior del karst, sin iluminación natural, donde se construyeron pequeñas cabañas en lugares de techo muy bajo.
La catalogación del arte rupestre incluye más de 500 unidades gráficas. Se han observado patrones de distribución que contradicen la hipótesis tradicional de una separación entre el arte rupestre y los lugares de hábitat, pues se constata la existencia de pinturas y grabados en la zona del campamento.
Hemos identificado un camino paleolítico que conduce a una sala con pinturas.
Sólo por su arte mobiliar La Garma sería ya un sitio excepcional en el concierto del Paleolítico europeo. Hasta la fecha se han documentado 14 objetos de asta o hueso y 46 plaquetas con grabados, a lo que hay que añadir la existencia de datos precisos sobre su procedencia y su fabricación.
Destaca también la localización en La Garma A, de los indicios más antiguos de la presencia humana en la región cantábrica, con una edad cercana a los 400.000 años.
Los trabajos en La Garma suponen también un hito en el campo de la Paleontología. Destaca al hallazgo, aún inédito, de un esqueleto completo de león de las cavernas (Panthera spelaea), datado en 10685 a.C., el ejemplar más reciente que se conoce en todo el mundo.
Muy relevante también es la sepultura mesolítica de El Truchiro (5900 a.C.), cuyo estudio ha constatado que el cadáver (una joven) había sido depositado sobre una corteza de roble, una práctica de la que sólo se conoce un caso análogo en todo el continente europeo.