Un equipo del Museo Arqueológico Nacional, dirigido por la Dra. Maria Carmen Pérez-Die, realiza una campaña de excavación durante el mes de noviembre
La Heracleópolis Magna de los griegos, Nen-nesu de los antiguos egipcios y actual Ehnasya el-Medina, es una ciudad situada en el Egipto Medio, a 130 km. al sur de El Cairo, en la provincia de Beni Suef. Se halla en la orilla occidental del Nilo, a la entrada del Oasis de El Fayum y muy cerca del brazo de dicho río denominado “Bahr el Yusuf”. La posición geográfica del nomo proporcionó a sus habitantes el control de acceso al oasis de El Fayum y a las rutas caravaneras entre el Nilo y los Oasis Libios.
En época faraónica, Heracleópolis Magna fue la capital del XX nomo del Alto Egipto llamado Naret-Hentet o Naret Superior y una de las ciudades más importantes en el periodo faraónico y copto. Su máximo esplendor se produjo durante el Primer Periodo Intermedio en la llamada “época heracleopolitana”, correspondiente a las Dinastías IX y X; en esta etapa la ciudad fue capital de Egipto hasta el 2040 a.C., cuando se produjeron las luchas con los tebanos y la pérdida del control del país por los reyes heracleopolitanos.
Durante el Reino Medio y el Reino Nuevo, faraones como Sesostris II, Tutmosis III o Ramsés II construyeron un buen número de monumentos en la ciudad, y durante el Tercer Periodo Intermedio la capital se convirtió en el fiel de la balanza entre los reyes tanitas del norte y los sumos sacerdotes tebanos del sur, con una colonia de la tribu libia de los mashawuesh instalada en la ciudad, que posteriormente se convertirían en faraones durante la Dinastía XXII. En época romana, copta y bizantina, la ciudad continuó su esplendor.
El proyecto “Heracleopolis Magna” se inició en 1966, después de la Campaña de Nubia, siendo la primera excavación española en Egipto, con el objetivo de estudiar, conocer y divulgar la historia de Heracleópolis Magna y de su provincia, incidiendo en aspectos concretos como el urbanismo, el paisaje, el arte, la religión, la economía, la sociedad, las creencias funerarias, la arquitectura, y sobre todo investigar los momentos de máximo esplendor de la ciudad. El proyecto “Misión Española en Heracleópolis Magna (Ehnasya el-Medina)” – Beni Suef, Egipto-, depende del Museo Arqueológico Nacional (MAN), y está dirigido por la Dra. Maria Carmen Pérez-Die desde 1984 hasta la actualidad.
El proyecto tiene dos vertientes: la primera es la excavación y restauración en el yacimiento, que se acomete aproximadamente durante un mes cada año, en esta ocasión durante noviembre de 2018. La segunda, el trabajo que se realiza en España, en las bibliotecas especializadas, así como la ordenación de la documentación, dibujos, fotografías y el Archivo “Heracleópolis Magna”, que se encuentra depositado en el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid.
La concesión española para excavar en la ciudad de Heracleópolis Magna está situada en el sector localizado en la zona sudoeste del Tell, lugar donde se encuentran los monumentos de época faraónica.
Hasta ahora las excavaciones y prospecciones en el yacimiento se han centrado en tres puntos principales. Uno de ellos es la Necrópolis del Primer Periodo Intermedio/inicios del Reino Medio (Dinastias IX-XI, en torno al año 2000 a.C.), perteneciente a la época en que Heracleópolis era la capital de Egipto con la corte real instalada en ella. Allí fueron enterrados altos dignatarios de la ciudad vinculados a la corte Real. El cementerio fue descubierto en 1968 por el Prof. Almagro y, desde 2000 hasta 2013, la Misión española ha realizado excavaciones sistemáticas en este sector, confirmándose que el cementerio tiene una extensión considerable. Las cámaras de piedra conservan pinturas de marcado carácter funerario y las Estelas de Falsa Puerta nos informan de los títulos y nombres de los difuntos.
Otro centro de atención ha sido la Necrópolis del Tercer Periodo Intermedio/época saita temprana (Dinastías XXII- XXVI- siglos IX-VII a.C.), que albergó a los dirigentes locales que fueron gobernadores, generales y sumos sacerdotes del dios Heryshef, durante la dinastía XXII (desde mediados del siglo IX hasta mediados del siglo VIII a.C.), que se enterraron con ajuares muy ricos, como vasos canopos, ushebtis de fayenza inscritos, vasos cerámicos y de alabastro, escarabeos de corazón y collares. Sin embargo, a partir del siglo VIII y los inicios del VII a.C. se constata una reutilización masiva de la necrópolis por personas de bajo nivel social que se enterraron sin apenas ajuar. Los estudios antropológicos han permitido conocer aspectos esenciales de la población como la edad, el sexo, las patologías, la raza, etc.
Y también se está excavando e investigando en el Templo de Heryshef, la divinidad principal de Heracleópolis. Este dios fue denominado Rey de las dos Tierras, y Rey del Cielo, Dios Grande, Pilar de las Estrellas, siendo una de las divinidades más veneradas del panteón egipcio. Su nombre podría traducirse como “El que está sobre su lago”.
De este templo se han excavado las distintas estancias y se han encontrado nuevos recintos desconocidos hasta ahora, así como una serie de esculturas o inscripciones descolocadas en el momento de su hallazgo. El estudio de la cerámica y de los elementos de cultura material está facilitando poder determinar las distintas etapas constructivas del monumento, que se inició en el Reino Medio y que tuvo diversas ampliaciones y reestructuraciones durante la época de Tutmosis III, Ramsés II, el Tercer Periodo Intermedio y el periodo ptolemaico y romano. La creación de un Museo al aire libre, mediante la colocación de las esculturas en soportes permitirá visitar el Templo a los estudiosos y al público en general.
Además de las excavaciones se han efectuado trabajos de antropología, geología, estratigrafía, epigrafía, estudios sobre el fuego, cerámica, prospecciones geomagnéticas, de informatización, etc. Los estudios de arqueoastronomía, que se inscriben en el marco de la arqueología del paisaje, han posibilitado situar los edificios sagrados de la ciudad, entre ellos el Templo de Heryshef, orientado hacia la estrella Canopo, la segunda más brillante de los cielos de Egipto. Un aspecto esencial del proyecto son las tareas de restauración que se llevan a cabo en el yacimiento.
Los trabajos en su globalidad, han sido financiados por El Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ministerio de Cultura, la Fundación Palarq, la Empresa Empty, la Fundación Gaselec, la Asociación Española de Egiptología, la Asociación para la Cooperación para el Patrimonio Artístico Internacional y una serie de Mecenas que han colaborado a través de un Crowfunding presentado este año de 2018 en redes sociales.
El proyecto cuenta también con el apoyo del Ministerio de Antigüedades egipcio y la Embajada de España en el Cairo. Un aspecto esencial ha sido los trabajos de cooperación con Egipto. En cada campaña estudiantes o licenciados egipcios en arqueología o restauración, se unen al grupo para aprender las técnicas arqueológicas, la documentación y la restauración que realiza el equipo español.
En el año 2010 Carmen Pérez Die recibió la Medalla de Oro del Consejo Supremo de Antiguëdades egipcio por sus sus trabajos en Heracleopolis Magna.
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