Se inician nuevos estudios centrados en la dieta de los 27 équidos depositados intencionalmente en los silos ibero-romanos del Serrat dels Espinyers, junto a la antigua Aeso
Aeso, actual Isona, fue la ciudad romana más noroccidental de Cataluña
La presencia de mulas sugiere el establecimiento militar romano ya que los équidos híbridos son más característicos de un equipamiento militar que de un centro de producción ibérico
Vista del Sector Norte del Serrat dels Espinyers acabada la excavación, con los silos que contenían los équidos.
Foto: Cristina Belmonte
Coincidiendo con el Proyecto cuatrienal de la Generalitat de Catalunya: Dinàmiques de la ciutat i del territori d’Aeso (Pallars Jussà) en època ibèrica i romana, y con la financiación de Ayudas Analíticas 2019 de la Fundación PALARQ, se inician nuevos estudios centrados en la dieta de los 27 équidos depositados intencionalmente en los silos ibero-romanos del Serrat dels Espinyers (Isona i Conca Dellà, Pallars Jussà, Lleida), con el objetivo de determinar su procedencia y gestión.
En el marco de las investigaciones arqueológicas que se efectúan en el Pallars Jussà, se han aplicado nuevas metodologías para el conocimiento de la dieta de los restos de équidos encontrados en el yacimiento del Serrat dels Espinyers. Se basan en el análisis de los isótopos estables de Carbono y Nitrógeno y en la Proteómica (huella peptídica).
El proyecto a realizar en 2020 financiado por la Fundación PALARQ está avalado científicamente por la Universidad de Barcelona, y cuenta con la colaboración del Museo de la Conca Dellà y el Ayuntamiento de Isona i Conca Dellà. Será desarrollado por integrantes del equipo, el Dr. Ignasi Garcés Estallo, profesor agregado de Historia Antigua, Departamento de Historia y Arqueología, Universidad de Barcelona; la Dra. Sílvia Albizuri Canadell, arqueozoóloga adscrita al SERP, Sección de Prehistoria y Arqueología, Departamento de Historia y Arqueología, Universidad de Barcelona; y Cristina Belmonte Santiesteban, arqueóloga y directora de las excavaciones del Serrat dels Espinyers.
Los antecedentes arrancan en la intervención arqueológica preventiva realizada con motivo de la construcción de la variante de acceso a Isona desde la carretera C-1412b, entre junio de 2009 y febrero de 2010. En aquel entonces no había ningún proyecto de investigación estable, hasta que en 2018 se creó: Aeso. Projecte de Recerca Arqueològica (Universidad de Barcelona). El yacimiento del Serrat dels Espinyers se ubica al suroeste de la población de Isona, y corresponde a una zona de actividad extramuros de la ciudad romana de Aeso, de la que solo dista un centenar de metros.
Aeso fue la ciudad romana más noroccidental de Cataluña y, aunque ha aportado el más rico conjunto epigráfico del interior catalán, su exploración arqueológica aún se encuentra en sus inicios. Se sabe que es continuadora de un oppidum ibérico, activo desde al menos el siglo IV a.C que tiene su exponente en los silos del Serrat dels Espinyers. A inicios del siglo I a.C. se trazó una ciudad romana de planta hexagonal, que alcanzó, en la segunda mitad del siglo I d.C., el rango de municipio romano conociendo entonces gran esplendor y ampliación urbana hasta bien avanzado el siglo II d.C., para decaer después.
En la excavación del Serrat dels Espinyers se documentaron diferentes fases de ocupación, la que motiva el presente estudio son 23 silos ibero-romanos (250-40 a.C.) donde aparecieron grandes cantidades de restos arqueofaunísticos, interpretados por el posterior estudio arqueozoológico como depósitos intencionales de carácter ritual. En su mayoría se componen de esqueletos de équidos y perros en conexión anatómica, aunque en un caso se documentó una inhumación de un hombre adulto junto a un équido entero y otros restos de ofrendas.
Esqueleto de un équido en el silo 1177 en proceso de excavación. Foto: Roser Arcos
Se han individualizado 27 ejemplares de équidos y el estudio morfométrico indica la presencia mayoritaria de mulas, así como de algunos caballos y asnos. Este hecho nos traslada a una gestión eficiente de la cabaña equina en la producción de ejemplares híbridos, más aptos para el trabajo de arrastre y transporte, que podría relacionarse con un centro de producción agrícola. Otra hipótesis que contemplamos, y que necesitamos verificar mediante los análisis del presente proyecto, es que esos depósitos de équidos estén en relación con la organización militar romana previa a la creación de la ciudad romana. De esta forma se justificaría la numerosa presencia de mulas, debido a que estos híbridos son más característicos de un equipamiento militar que de un centro de producción ibérico.
Esta información nos lleva a plantear una nueva línea de trabajo. El análisis de los biomarcadores de huella peptídica permitirá asignar la especie en los 27 équidos con mayor fiabilidad que el estudio previo osteomorfométrico, ya que estos son muy poco diferenciables a nivel morfológico óseo. Por último, el estudio de la dieta a través de isótopos estables de Carbono y Nitrógeno (δ13C y δ15N) permitirá observar diferencias o no en la alimentación de los ejemplares. El porcentaje de cereal en los forrajes nos evidenciará si los équidos procedían de una sola cabaña ganadera o de varias. Dicho de otro modo, podremos observar si existieron diferentes ganaderos o, en caso de confirmarse la relación con el campamento militar situado a las afueras de Aeso, si fue el propio ejército romano el gestor de esa cabaña equina sacrificada.
Los biomarcadores de dieta y huella peptídica se realizaran en el Laboratorio de Paleontología molecular, Instituto Universitario de Geología, Universidad de La Coruña. El análisis arqueozoológico tendrá lugar en el Laboratorio de Arqueología del SERP, Sección de Prehistoria y Arqueología, Departamento de Historia y Arqueología, Universidad de Barcelona
- Restos de 27 équidos íbero-romanos en Lleida - 9 octubre, 2019