Te invitamos a descubrir la historia de una dama egipcia que vivió hace 2.820 años en Tebas y en Heracleópolis
Ficha técnica: Vaso canopo de un conjunto de cuatro. La tapadera del vaso representa a Duamutef, con cabeza de chacal. Es de alabastro veteado con incrustaciones de pintura azul. Las inscripciones nombran a la propietaria Tanetamón. Fue hallado en el interior de su tumba en Heracleópolis Magna. Fecha 800 a.C. aproximadamente.
En torno a 850 a.C. una joven tebana llamada Tanetamón, salió de su cuidad para dirigirse a Heracleópolis Magna en el Medio Egipto. Era la hija del Primer Profeta de Amón Esmendes, la máxima autoridad religiosa, política y militar que controlaba todo el Alto Egipto en los inicios de la dinastía XXII. La madre de Tanetamón, llamada Asetemakhbit, asumió su partida ya que sabía que en Heracleópolis iba a convertirse en una dama de alto rango. Suponemos que Tanetamon se casó con Osorkón, en esos años el principal dirigente religioso, político y militar de la ciudad.
Pronto Tanetamón fue investida como la “Gran Concubina del harén del dios Heryshef”, ya que no era necesario ser célibe para ostentar este cargo. Su tarea consistía en dirigir los colectivos femeninos asociados al templo del dios local, cuyo cometido era el de realizar una serie de tareas específicas relacionadas con el culto o con las ceremonias rituales.

Vaso canopo de Duamutef
Tanetamon tuvo una hija llamada Tasheritenptah, cuyo cargo era “imyt bah de Heryshef”, título que podría traducirse como “aquella en la que está el falo”, aludiendo al carácter sexual y de fertilidad del dios local de la ciudad. Esta designación podía referirse al mito de la teogamia divina, por lo que la mujer que llevaba este título debía ser célibe. Esta sacerdotisa tenía sus propios dominios, lo cual indica su alta posición dentro del clero heracleopolitano.
Suponemos que Tanetamón llegó a la edad adulta. Al morir, se construyó para ella una tumba en el cementerio del Tercer Periodo Intermedio hallada por los españoles. La fachada está cubierta de inscripciones que mencionaban a la propietaria y a su hija. En el interior fueron hallados sus cuatro vasos canopos inscritos con su título, nombre y filiación, junto a más de un centenar de figurillas funerarias también inscritas con su nombre.
Los vasos canopos eran cuatro recipientes que se colocaban en la tumba, donde se introducían las vísceras del difunto tras su momificación. Cada uno de ellos se cierra con la cabeza de uno de los hijos de Horus, y protegía una víscera específica. Duamutef, con cabeza de chacal, custodiaba el estómago. Este vaso, de 40 cms. de altura, es de alabastro veteado y tiene incrustaciones de pintura azul en las inscripciones. Es considerado como uno de los mejores y más importantes ejemplares hallados por los españoles en Heracleópolis Magna (Egipto).
Esta información ha sido facilitada por:
Dra. M. Carmen Pérez Die, Conservadora-Jefe, Departamento de Antigüedades Egipcias y del Oriente Próximo, Museo Arqueológico Nacional, Madrid.
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