¿Qué es el cinabrio? El pigmento de la pintura mural romana

Caracterización del origen geológico de pigmentos de cinabrio empleados en pintura mural romana en el cuadrante nororiental de Hispania

El cinabrio es un mineral de la clase de los sulfuros, caracterizado por un hermoso color bermellón que, una vez reducido a polvo, produce uno de los pigmentos rojos más valorados de la naturaleza

Fragmento de cinabrio de la mina de las Cuevas (Almadén) (F. Palero Fernández y L. Mansilla Plaza)

En los últimos veinte años y, de manera especial, en la última década, se está sucediendo en la península ibérica una creciente serie de hallazgos de cinabrio en contextos funerarios de cronología prehistórica que plantean un interesante debate sobre la función del mineral rojo y su consistencia como un indicador de prácticas rituales, a la par que como un producto cargado de significación simbólica en el lenguaje mortuorio. Pero será en época romana cuando el mineral registre un mayor protagonismo avalado por las referencias de autores clásicos de la talla de Vitrubio o Plinio. La vía de investigación sobre el uso del cinabrio en la Antigüedad apoya en gran medida en la aplicación de diversas técnicas analíticas orientadas tanto a la identificación del mineral como a la determinación de su origen geológico, por lo que estos estudios, integrados en el ámbito de la arqueometría, poseen un carácter marcadamente interdisciplinar.

En época romana es Plinio quien nos informa de que la mina más importante, por las rentas elevadas que proporcionaba al Estado, era la de Sisapo, en la Bética. Gracias a las investigaciones arqueológicas que se llevan a cabo desde el año 1981, sabemos que la ciudad de Sisapo se localiza en La Bienvenida (Almodóvar del Campo, Ciudad Real) mientras que las minas de cinabrio gestionadas desde este núcleo se hallaban en la comarca de Almadén, lugar que acumula las mayores reservas planetarias de este mineral. Aunque la mina era propiedad del Estado romano, la gestión de las explotaciones corría a cargo de una sociedad arrendataria (societas sisaponensis). Las explotaciones debieron mantenerse activas hasta fines del siglo II o primeras décadas del III d.C., fecha en que se han documentado signos evidentes del abandono del núcleo, que será después objetos de sucesivas ocupaciones con un modelo alejado del ordenamiento de la ciudad clásica. Sin embargo, en el mundo romano no solo hay constancia de las minas sisaponenses, sino que también existen depósitos de menor entidad en la propia Hispania, en el norte de León y en el sur de Asturias o en el área de las Alpujárrides en Granada, y de igual manera se constatan en otros lugares del continente europeo como Monte Amiata (Italia) e Idria (Eslovenia).

Restitución del techo pintado de triclinio de la domus de la calle Añón de Caesar Augusta (Zaragoza) (Escuela Taller de Restauración de Pintura Mural de Aragón). Fragmento del techo decorado con cenefas caladas sobre fondo rojo cinabrio (José Garrido, Museo de Zaragoza)

La identificación de cinabrio en la pintura mural romana se ha realizado utilizando una técnica analítica conocida como fluorescencia de rayos X por energía dispersiva (EDXRF) que se viene aplicando desde hace tres décadas. Esta técnica permite la identificación de los distintos pigmentos rojos empleados por los pictores y también obtener marcadores de estatus económico y social asociados al cinabrio a causa de su elevado precio. Según Plinio costaba 70 sestercios la libra y el precio quedaba establecido por ley, situándose entre los colores más costosos; si lo comparamos con otros tipos de rojos, como la sinopis, que costaba entre 30-48, podremos llegar a calibrar la diferencia de precio entre pintar una pared con bermellón o con el característico ocre rojo.

Un gran paso adelante en la búsqueda de información apoyada en la arqueometría consiste en intentar establecer el origen geológico del mineral empleado en las pinturas de distintos yacimientos. A tal fin, una vía analítica que está proporcionando buenos resultados en los últimos años es el estudio de la composición isotópica de 206Pb, 207Pb y 208Pb presentes como impurezas en los minerales de mercurio para su cruce con la caracterización de los yacimientos de referencia. A esta técnica, se añaden otras como la caracterización de isótopos de azufre o la espectroscopía Raman. Teniendo en cuenta estas posibilidades, el objetivo principal de este proyecto se centra en establecer el origen del cinabrio utilizado en las pinturas de yacimientos hispanos del cuadrante NE peninsular, así como el estudio de la propia producción y comercialización del cinabrio sisaponense y la posible actividad de otras minas no mencionadas por las fuentes clásicas.

Para lograr el objetivo se han seleccionado pinturas de tres yacimientos, utilizando como criterio esencial un uso mayoritario del cinabrio. De la colonia Caesar Augusta (Zaragoza) proceden dos conjuntos pictóricos. Un techo del triclinio de una domus excavada en la calle Añón y fechado en torno a mediados del siglo I d.C. y que, por el momento, es el testimonio más antiguo del uso del cinabrio en la colonia y una pared pintada hallada entre los rellenos de la zona del puerto fluvial, que fechamos en el siglo II.

Del municipium Augusta Bilbilis (Calatayud) procede un conjunto pictórico muy nutrido proveniente tanto de edificios públicos como privados. Hemos seleccionado la pared de una estancia de representación de la domus 3 de la insula I, fechada a mediados del s. I d.C. y un techo hallado en un relleno de una cisterna del conjunto termal, datado en la segunda mitad del siglo I d.C.

Finalmente, la villa dels Munts (Altafulla, Tarragona) se ha convertido en un referente para el estudio de la pintura del siglo II en Hispania, dada la calidad de los restos conservados. El techo del cubículo 2.8 se presenta como un unicum de época antonina, tanto por su calidad técnica como por su ciclo iconográfico, con la representación alegórica de las cuatro estaciones acompañadas por dos ménades danzante, y su repertorio ornamental que invade todas las zonas del techo. Un segundo conjunto de la misma época retoma esquemas anteriores, con la representación de un edículo central, cuyo fondo está pintado en rojo cinabrio, flanqueado por distintas estructuras arquitectónicas, sobre cuyas bases apoyan dos coronas agonísticas con tituli picti escritos en griego, que hacen referencia a los juegos de Actio y a los Nemeos.

Restitución de las pinturas de una estancia de la domus III de Bilbilis (Calatayud, Zaragoza) (Lara Íñiguez Berrozpe)

Los estudios llevados a cabo sobre la ciudad de Sisapo, así como sobre el uso del cinabrio en la pintura denotan las posibilidades que brinda el estudio de este pigmento y no sólo en relación a los aspectos técnicos, sino también a la comprensión de las redes de comercialización, definición de talleres y sus circuitos de trabajo, aspectos estos que son, en definitiva, los objetivos fundamentales de este proyecto.

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Dra. Carmen Guiral y Dra. Mar Zarzalejos

Carmen Guiral Pelegrín. Profesora titular de Arqueología del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UNED
Mar Zarzalejos Prieto. Catedrática de Arqueología del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UNED

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