Galicia conserva varias iglesias tardoantiguas y altomedievales (siglos V-X) que en los últimos años han sido objeto de estudio sistemático para intentar obtener una datación absoluta de sus fases más antiguas (Sánchez-Pardo y Blanco Rotea, 2014). Así, se han datado los materiales constructivos de Santa Comba de Bande (Bande), Santa Eulalia de Bóveda (Lugo), la basílica de la Ascensión y os Fornos, San Martiño de Pazó (ambos en Allariz), Santa Eufemia de Ambía (Baños de Molgas), Igrexa Vella de Santa Comba de Louro (Valga), Santa Martiño de Armental (Vilasantar), entre otros, mediante dos técnicas en el caso de los morteros: la Luminiscencia Ópticamente Estimulada (OSL) y el Carbono 14 (14C). Dos de estos edificios, Santa Eulalia de Bóveda (Lugo) y San Breixo de Ouvigo (Os Blancos) presentan una secuencia constructiva compleja y una problemática cronológica y funcional que resulta de interés para un proyecto de datación como el que nos ocupa.
Alzado N del aula de Santa Eulalia de Bóveda
Los casos de estudio
Santa Eulalia de Bóveda es una construcción de dos pisos. Del superior apenas queda la pared N, ya que fue arrasado cuando se construyó la iglesia parroquial en el siglo XVIII. El inferior es un aula abovedada semienterrada con un ábside al W y un nártex al E, que contaba con una piscina. Sus bóvedas conservan pinturas en las que se representan, entre otros motivos, aves de corral. Desde su descubrimiento en 1926 ha sido objeto de múltiples interpretaciones e intervenciones, si bien los investigadores no se ponen de acuerdo sobre su adscripción y funcionalidad. Se ha considerado un ninfeo romano, una iglesia visigótica, y asturiana… y recientemente un monumento funerario romano (Montenegro Rúa, 2005). La propuesta más generalizada es que inicialmente se trataba de un templo de culto pagano a las aguas (siglo III), que a fines del IV se cristianizaría, realizándose las pinturas y la separación en tres naves. Desde entonces sería una iglesia cristiana, citándose en el siglo VIII en el dudoso testamento de Odoario (Núñez Rodríguez, 1978: 134-138).
En el año 2007, parte del equipo que participa en este proyecto realizó un estudio del monumento que consistió en su documentación con escáner 3D recuperando su volumetría general; la lectura de paramentos que permitió identificar hasta 5 fases constructivas; o el estudio de sus morteros, para su caracterización y datación. Inicialmente sería un edificio abovedado y semienterrado con una piscina que ocuparía la mayor parte del aula. En una segunda fase se dividiría el aula en tres naves, se empequeñecería la piscina, y se decoraría el interior con pinturas y placas de mármol. En una tercera fase se construiría o reformaría un segundo piso reaprovechando algunos materiales romanos (Blanco-Rotea et al. 2009).
Zona de recogida de muestras en Santa Eulalia de Bóveda (perspectiva realizada por Anxo Rodríguez Paz)
En San Breixo de Ouvigo (Os Blancos) se localizan los restos de una antigua capilla de la que tan sólo se conserva en pie el muro S, parte del muro N y de la cabecera, y el arranque de los pies. Se trataría de un pequeño templo de nave única, y planta rectangular con una compartimentación en su extremo E, para delimitar el ábside. El lugar fue excavado en 1972 y entre 1977 y 1981 por Rodríguez Colmenero (1985). Para el autor se trata de un yacimiento tardorromano y medieval compuesto por un pequeño edificio rectangular con una extensa necrópolis en su entorno. Distingue cinco fases: un primer posible edificio romano desaparecido a finales del siglo VI; en una segunda fase se construye el edificio actual que contaba con interiores estucados; en un tercer momento (siglos VIII-XI) los testeros son reforzados y se vuelve a estucar; en una cuarta etapa se abre un pozo para un silo, destruyendo la esquina NE del edificio; y una quinta etapa de abandono y ruina del lugar, motivado por la construcción de una iglesia mayor en el siglo XII en Covelas (Rodríguez Colmenero 1985). En la necrópolis se ha identificado una tumba tardo-romana de tégulas, otra posterior de paredes de mortero y enlucido interior, con la misma técnica que la empleada en la segunda fase del edificio; y enterramientos con laudas sepulcrales de estola (una de ellas con fecha epigrafiada del año 909), tumbas antropomorfas excavadas en la roca y sepulturas de lajas verticales. En las excavaciones se documentaron piezas de Terra Sigillata Hispánica Tardía descontextualizadas y numerosa cerámica medieval.
La problemática
En Santa Eulalia de Bóveda la problemática sobre la adscripción cronológica de las fases constructivas de debe a que el tipo de decoración, de motivos pictóricos o la tipología del edificio presenta similitudes con otras arquitecturas pertenecientes a un amplio abanico cronológico, que abarcan desde el siglo III al siglo IX, por lo que para conocer su verdadera cronología es necesario datar los materiales constructivos de cada una de las posibles fases. En 2008 se dataron los ladrillos de varias fases constructivas (Blanco-Rotea et al. 2009). El resultado indicó que eran ladrillos antiguos de origen romano. Se procedió a datar morteros de junta por OSL. Al tratarse de los primeros trabajos, la selección de la toma de muestras hoy sabemos que no fue la correcta ni la cantidad de la misma, insuficiente para hacer los análisis necesarios. Los resultados proporcionaron edades relativamente modernas. Las muestras más antiguas se pueden fechar en los siglos VII y IX, todas los demás correspondían al período que va entre los siglos XIV y XVIII.
San Breixo de Ouvigo, toma de muestras. Izquierda: planta realizada por Colmenero (1985); derecha recogida de muestras (FOTO: Mario Fernández Pereira)
San Breixo de Ouvigo resulta un caso interesante ya que el aparejo difiere del documentado en otros edificios altomedievales analizados, así como el tipo de mortero que contiene cal en todas estas posibles etapas (frente a los morteros de tierra que generalmente documentamos entre los siglos VIII y XI), lo que podría llevar a plantear la diferencia cronológica con respecto a esas otras construcciones como hipótesis de partida. Para contrastar las cronologías propuestas también es necesario datar los materiales de construcción. Aquí sólo sería posible los morteros de cal y arena, siendo el objetivo, sobre todo, fechar la segunda fase propuesta por Colmenero. En 2016 se tomaron muestras de mortero que fueron datadas por radiocarbono, pero sin realizar la separación de calcita arqueológica de la geológica. Proporcionaron resultados muy dispares con rangos muy amplios en un caso, ya que una de ellos corresponde a los siglos IX-XIII y la otra a los XIV-XV. De confirmarse estas cronologías, supondría un cambio importante en la comprensión de la arquitectura tardoantigua en Galicia y el NW peninsular, pues uno sus principales representantes pasaría a ser un edificio prerrománico fechado en los siglos X y X-XII respectivamente.
El proyecto
Se propone realizar una caracterización y datación cruzada por OSL y 14C de varias muestras de mortero de cal en ambos edificios. El objetivo del proyecto es obtener una cronología a través de dos técnicas de datación absoluta aplicadas en morteros, pero ello requiere su caracterización previa. En la datación por OSL ésta permitirá conocer si contienen cuarzo en cantidades suficientes, la heterogeneidad de las muestras y su contenido en algunos elementos traza y radioisótopos, requisito indispensable para la datación.
En el caso de la datación por radiocarbono es necesario conocer cuánta calcita contienen y de qué tipo (geológica o arqueológica) y analizar su composición química y fraccionamiento isotópico. Se emplearán una serie de muestras obtenidas previamente en ambos edificios que han sido reservadas, y otras nuevas entre las que se pretende datar materiales depositados en el Museo Arqueológico Provincial de Lugo, ya que corresponden a fragmentos caídos de parte de las bóvedas de Santa Eulalia de Bóveda. Hasta el presente no se existen trabajos publicados que hayan aplicado dataciones cruzadas de OSL y radiocarbono en morteros de cal y arena, de modo que este proyecto sería un trabajo pionero a nivel mundial.