El proyecto Genética y Dieta de las comunidades prehistóricas del Macizo de Garraf Norte está liderado por CIPAG (Colectivo para la Investigación de la Prehistoria y la Arqueología de Garraf-Ordal) en colaboración con la Institución Milá y Fontanals del CSIC.
En el laboratorio de la Universidad de Durham (UK) se realiza la partición y distribución de la parte petrosa del hueso temporal para cada análisis. Para ADN se separan dos partes, una para la muestra y la segunda para la confirmación, trepanándose la parte más densa para obtener un polvo muy fino. @CIPAG
En el sector más elevado del macizo de Garraf (SW de Barcelona), sobre los 500 msnm, se documentan una serie de cavidades que forman parte de uno de los mayores carsts de la Península Ibérica. En el municipio de Begues, las cuevas de Can Sadurní, Can Figueres, Marge del Moro y Cassimanya fueron utilizadas por diferentes comunidades neolíticas como hipogeos de inhumación de sus difuntos. A su vez, las Minas Neolíticas de Can Tintorer, en Gavà, a 5 km de Begues fueron reutilizadas como lugar de enterramiento tras su explotación minera.
Las inhumaciones de los 5 yacimientos cubren un periodo desde Inicios del Neolítico hasta el Calcolítico. El objetivo principal del proyecto reside en determinar el momento exacto de la defunción de los individuos, evaluar su dieta mediante estudios isotópicos y conocer sus relaciones de parentesco y su movilidad a través del ADNm (mitocondrial). Obviamente, la lectura de los resultados obtenidos se realizará en base a su contextualización arqueológica teniendo en cuenta los procesos tafonómicos y la información antropológica: edad, sexo, complexión.
Para la extracción del ADN se sigue el protocolo de Dabney et al 2013, basado en una digestión enzimática del polvo de hueso durante la noche a 37ºC, seguida de una absorción del ADN a una columna de sílice, donde el ADN queda primero atrapado para ser después diluido y liberado con una solución tamponada. Luego se selecciona la parte del genoma que interesa por medio de la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR). @CIPAG
A lo largo de una década, entre 2007 y 2017, y en el marco de diferentes proyectos del Ministerio de Ciencia e Innovación y del Institut Ramon Muntaner, se han efectuó diversos estudios genéticos (Gamba et alii, 2012) en Can Sadurní, Can Tintorer, Marge Moro, Can Figueres y Cassimanya. Los resultados obtenidos demuestran que durante los inicios del Neolítico se produce una mezcla de haplogrupos de cazadores-recolectores locales (U5) y Próximo Orientales de Anatolia (N1a, K, X) y de Levante (K, X, N *). Ello sugiere un escenario de influjo genético desde Próximo Oriente con la llegada de las primeras comunidades neolíticas a la región que no conllevó el reemplazo completo del trasfondo genético cazador-recolector local. Durante el Neolítico Medio se observa un incremento en la diversidad mitocondrial a la par que la desaparición de estos primeros linajes neolíticos en beneficio de otros haplogrupos como HV0, I, J, U4 y W. Dicha pérdida de linajes se ha atribuido, probablemente a fenómenos de deriva genética.
Al final del Neolítico e inicios del Calcolítico se aprecia un incremento en la ascendencia cazadora-recolectora, en línea a lo observado en otras regiones europeas. En consecuencia, por el momento tenemos una primera instantánea diacrónica de la estructura genética de una región hasta ahora mal muestreada.
Por su parte, la investigación iniciada por la Dra. María Fontanals, en el marco de su Proyecto Neomedis (Marie Curie Fellow), está permitiendo conocer la dieta de las comunidades neolíticas del Mediterráneo Occidental. La puesta en marcha de análisis de isótopos estables clásicos (C-N) y de aminoácidos le facilitará evaluar el papel que tuvo la ingesta de recursos salvajes, incluyendo los marinos, y de los domesticados (cereales, legumbres y herbívoros domesticados). En nuestro proyecto analizará muestras de distintos individuos de Can Sadurní adscritos a inicios del Neolítico.
Estos datos, juntos a los que obtengamos en este proyecto, nos van a permitir construir interpretaciones a partir de 42 individuos. Conoceremos mejor los distintos linajes presentes en este territorio del Garraf Norte, sus relaciones, sus movimientos, las fechas de sus defunciones y el tipo de dieta que practicaban. Por ello, solo nos resta agradecer a la Fundación Palarq por creer en este proyecto.