En el marco “Actualidad de la investigación arqueológica en España”, organizado por el Museo Arqueológico Nacional en colaboración con la Fundación Palarq
La conferencia se realizará el martes 28 de enero, a las 18h en el MAN y la asistencia es libre y gratuita
Arqueología de Mínima Invasión para el estudio del poblado protohistórico de Villasviejas del Tamuja (Botija, Cáceres). El Proyecto MINARQ es la charla que ofrecerán Victorino Mayoral, Cristina Charro y José Ángel Salgado, el martes 28 de enero a las 18h, en la sala de conferencias del Museo Arqueológico Nacional (MAN), en el marco del ciclo “La actualidad de la investigación arqueológica en España”
Utilización de un drone equipado con un sensor LIDAR para la producción de un modelo tridimensional de alta resolución de castro de Villasviejas Foto: proyecto MINARQ
El proyecto MINARQ tiene como objetivo estudiar el fenómeno de los grandes poblados fortificados de la Meseta durante la Segunda Edad del Hierro y el contacto con Roma.
El castro de Villasviejas del Tamuja, uno de los castros de mayor extensión y monumentalidad de la Alta Extremadura.
Nuestro principal caso de trabajo es el castro de Villasviejas del Tamuja, un sitio arqueológico conocido desde los años 60 del pasado siglo y que ha sido objeto de investigación desde entonces. Ubicado en el término municipal de Botija, (Cáceres), es uno de los enclaves de este tipo de mayor extensión y monumentalidad de la Alta Extremadura. Su ocupación se remonta a los inicios del siglo IV a.C, y habría alcanzado su apogeo en las primeras décadas del siglo I a.C, al calor de los grandes cambios provocados por la dominación romana. Identificado por algunos autores como la antigua Tamusia, representa un caso apasionante en el que se entrecruzan las identidades del mundo vettón, celtibérico e itálico en el Suroeste peninsular.
Este tipo de asentamientos pone de manifiesto los grandes cambios demográficos, económicos y sociales del período mencionado, pudiendo considerarlos como el precedente más inmediato del fenómeno urbano en esta parte de Europa. Sin embargo, conocer bien la “anatomía” de estos sitios (su organización interna, urbanismo, arquitectura doméstica, estructuras defensivas etc.) representa todo un reto si dependemos sólo de las labores convencionales de excavación. Además del alto coste en tiempo y recursos, las grandes excavaciones plantean problemas de conservación que hacen poco sostenible la gestión de estas zonas arqueológicas grandes y complejas.
Lo que plantea el proyecto MINARQ es abordar el estudio de estos sitios mediante el uso integrado de una serie de métodos de prospección y detección que permiten obtener abundante información minimizando las labores de tipo destructivo. Esta arqueología puede entenderse fácilmente como una “cirugía de mínima invasión”, en la que los yacimientos son nuestros “pacientes”, y el “diagnóstico” es la identificación de los restos que están ocultos bajo el suelo.
Prospección con un sensor de inducción electromagnética en el castro de Villasviejas del Tamuja. Foto: proyecto MINARQ
Todos estos métodos tienen como propósito la detección de los vestigios objeto de nuestro interés gracias a las propiedades que los diferencian de la tierra que los cubre. Algunas de ellas pueden captarse con cámaras instaladas en drones (por ejemplo diferencias en la temperatura del suelo registradas con sensores térmicos). En otros casos recurrimos a sistemas de prospección geofísica con los que “auscultamos” directamente el terreno (por ejemplo el georradar). Gracias a la combinación de todos ellos, podemos obtener una imagen, a veces muy detallada, de cómo era el paisaje urbano de estos poblados. Este conocimiento es esencial para entender mejor cuál era su papel en el territorio, su funcionalidad y su sentido en una etapa de grandes transformaciones. De este modo a lo largo de tres años de intenso trabajo hemos podido “radiografiar” el castro de Villasviejas en su mayor parte. Los resultados obtenidos son excelentes: hemos podido reconstruir el trazado de sus calles, delimitando las manzanas que componen su estructura urbana y los espacios sin edificar. La nitidez de las imágenes nos ha permitido diferenciar además diversos tipos de conjuntos de arquitectura doméstica y de otras funciones. También han aportado grandes novedades respecto al trazado y evolución temporal de las murallas. No menos importante, Villasviejas y otros castros de su entorno se han convertido así en un gran laboratorio abierto para la experimentación y la formación en el empleo de esta arqueología no invasiva.
Pero más allá de la investigación histórica, el proyecto MINARQ puede aportar recursos para aumentar el valor de Villasviejas como un motor para el desarrollo rural. De la mano de la administración local y regional, esta iniciativa ha dedicado un gran esfuerzo para la presentación al público de sus resultados, a fin de incrementar el atractivo del sitio como un recurso para la educación, el ocio y el turismo.
Recreación virtual del urbanismo del castro de Villasviejas a partir de los datos aportados por la prospección geofísica.
Foto: proyecto MINARQ
El proyecto MINARQ se inserta dentro de una línea de investigación sobre territorio desarrollada desde hace casi 20 años por el Instituto de Arqueología-Mérida, IAM (CSIC-Junta de Extremadura). Esta actividad ha comprendido la realización de numerosos proyectos de ámbito regional, nacional e internacional, que ha generado una extensa producción de publicaciones y encuentros científicos. Dicha línea, se aplica en estudios de carácter diacrónico desde la Prehistoria Reciente hasta el mundo romano. Desde el punto de vista metodológico los trabajos apuestan por explorar el potencial de las Tecnologías de Información Geográfica para el análisis espacial de los datos arqueológicos. Estos últimos tienen como fuente principal las prospecciones arqueológicas tanto superficiales como geofísicas, así como la aplicación de diversas técnicas de teledetección (análisis de imágenes satelitales y de baja altitud con sensores múltiples, datos LiDAR etc.). En este campo, más allá de la aplicación de estos procedimientos, la línea de territorio del IAM ha trabajado en la innovación, la investigación aplicada y la proyección social tanto de los resultados como de los métodos. Como cristalización de estos esfuerzos, el centro ha creado recientemente una unidad de servicios científico-técnicos especializada en el empleo de métodos no invasivos en Arqueología. Finalmente, esta línea de investigación tiene una vertiente formativa asentada a través de la celebración anual (desde 2006), junto con el INCIPIT, de un curso de posgrado de alta especialización del CSIC, así como de la tutorización de trabajos de investigación.